Existen muchas leyendas en torno a NASCAR, desde pilotos intrépidos hasta carreras que definieron trayectorias. Sin embargo, algunas de las historias más importantes tienen 4 llantas y corren a un altísimo kilometraje.
Cada jinete necesita su corcel, ese que enamora a millones de fanáticos mediante diseños particulares que colorean la pista, y esta vez toca hablar de uno de los más importantes, de dominio breve pero muy significativo, y cuyo legado ha brillado con fuerza más de una década tarde debido a una razón que quizás no esperabas.
Estamos hablando del Fabuloso Hudson Hornet, un vehículo que se enfrentó a los 3 titanes: Ford, General Motors y Chrysler, derrotándolos por amplio margen.
Como en cada inicio de década, 1950 trajo innovaciones tecnológicas que impactaron fuertemente en el estilo de vida, y una de las más importantes fue responsabilidad de la Hudson Motor Car Company, fabricante de automóviles activo desde 1909 que en 1951 encontró la fórmula perfecta para desarrollar su auto insignia.
La receta era sencilla, pero muy ingeniosa: un auto con diseño “rebajado” denominado Hornet, o “avispón” en español.
Básicamente, era una variación del Commodore que al disminuir su tamaño y, por ende, su separación del suelo, modificaba también el centro de gravedad, proporcionando un mayor control a la hora de la manejada.
Dicha característica sería un diferencial del resto, y sin saberlo, la compañía estadounidense dio en el clavo para dominar una competencia de la que ni siquiera formaban parte.
Marshall Teague, su descubridor
Tuvo que venir un nombre clave para cambiar este aspecto: Marshall Teague, fanático del automovilismo, y con gasolina corriendo por sus venas desde que nació en Daytona Beach.
Teague era un competidor de NASCAR que contaba con cero triunfos en su haber, hasta que se acercó con Hudson para proponerles una asociación, ya que estaba convencido del potencial del vehículo, y así, tentados por el alcance que podría darle a la marca, los fabricantes accedieron a ser sus proveedores.
Los Hudson Hornet de 1951 estaban disponibles como un cupé de dos puertas, pero también como sedán de 4 puertas, además de descapotables y cupé hardtop sin columnas intermedias con un costo que oscilaba entre los 2500 y los 3100 dólares de esa época.
Su motor de 6 cilindros era otro diferencial cuando todos los demás corrían con un V8, lo que le permitía mediante su configuración Twin H-Power alcanzar hasta 170 caballos de fuerza.
A partir de entonces la vida de Teague daría un giro de 180 grados. El viaje a Michigan sin cita para lograr una asociación dio frutos y a bordo de su vehículo, que apodó como “El Fabuloso Hudson Hornet”, se convirtió en dominador de las pistas, ganando 7 a bordo del auto número 6, y un total de 27 de 34 eventos importantes de stock cars.
No lo hizo solo. Contó también con el apoyo del legendario Smokey Yunick, el alquimista de las pistas, y uno de los ingenieros más destacados de toda la historia, quien siempre con el reglamento en mano y muy al filo de la legalidad, encontró la manera de potenciar todavía más las ventajas de este auto, que presentaba un chasis unificado y se volvía cada vez más popular.
El imparable Hudson Hornet se coronó 3 veces en NASCAR
Desafortunadamente, Teague nunca pudo disfrutar de un campeonato, y luego de abandonar NASCAR por una disputa con el fundador, corrió con éxito llevando su Legendario Avispón a circuitos como AAA y USAC, aunque tristemente falleció 11 días antes de cumplir 38 años mientras intentaba romper un récord de velocidad en su tierra natal a bordo de un Indycar.
La gloria que no fue para él estuvo reservada para su amigo: Herb Thomas, apodado por muchos como el campeón humilde, quien se coronó en 1951 con 7 victorias, 18 Top 10 y 4 Pole Positions.
A este título le sucedió el de Tim Flock, quien también lo hizo a bordo del Hornet, mientras que para 1953 Thomas repitió en la cima, dejando registros brutales de 12 triunfos, 31 veces entre los mejores 10 y 12 arranques de honor.
En total, entre 1951 y 1953 este automóvil ganó 62 carreras de 84 posibles, arrojando el brutal registro de casi 74% de efectividad.
¿Por qué se descontinuó el Hudson Hornet?
Irónicamente, en la cima del éxito fue cuando llegó el final de su reinado, ¿pero por qué su supremacía fue tan corta? La respuesta radica en los problemas económicos y las bajas ventas que obligaron a la compañía a fusionarse con Nash-Kelvinator para formar American Motors Corporation en 1954.
Esta fusión arrojó cambios importantes y, aunque el modelo siguió comercializándose hasta 1959 en lo que se considera como una segunda generación, las implementaciones y cambios no lograron popularizarse entre el público, marcando así su inminente final.
Pixar se basó en su historia para hacer una fortuna
Aún así, este vehículo que también se comercializó en Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Reino Unido dejaría un legado que marcó al deporte motor y conquistó a las nuevas generaciones gracias a Disney Pixar.
No es un secreto que la película Cars está fuertemente influenciada por el automovilismo en Estados Unidos, principalmente NASCAR, y el papel del Hornet fue uno de los más importantes en la película, cuando muy fieles a la vida real, se introdujo el personaje de Doc Hudson, veterano que en sus días de gloria dominó la Copa Pistón y quien se convierte en el mentor del protagonista.Cabe mencionar que Paul Newman, famoso actor y fanático del automovilismo, prestó su voz para dar vida al vehículo en lo que fue su último papel, con lo que de paso pudo recordar a su gran amigo Steve McQueen, otro actor y automovilista quien fue propietario de un Hornet y cuyo apellido le fue otorgado al protagonista de la película, el Rayo McQueen.